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Fraternidad Sacerdotal San Miguel Arcangel

"Viviendo el Evangelio, promover la  extension del Reino de Dios"

Noticias de la Iglesia

   Con profunda sabiduría, nuestra Santa Madre la Iglesia llama a este glorioso Santo "Ilustre Descendiente de David". Ningún hombre en la historia tiene una genealogía más honorable que la de San José. Él es el hijo de David cuya ascendencia puede ser trazada en una línea ininterrumpida a través de los más grandes y más nobles patriarcas de la Antigua Ley.

 

   Sin embargo, ni la sangre real ni la herencia inoxidable pueden por sí mismas exaltar a los hombres ante Dios. Sólo la virtud y la santidad de la vida son grandes en su vista, y es en este carácter que San José se prueba Príncipe de la Casa de David. Él ejemplificó, en un grado sobresaliente, cada virtud poseída por los patriarcas ilustres que lo preceden. Si este gran y favorecido santo de Dios nació pobre en bienes mundanos por el hecho de que el patrimonio de sus antepasados había sido confiscado y malgastado por usurpar potentados, era, sin embargo, inmensamente rico en la gracia de Dios.

 

Fuente: Prince of the House of David (The Sisters of Saint Joseph of Carondelet / Fort Orange Press, Inc. / 1936)

Oración a San Jose

Papa Leon XIII

Bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulacion;

y, después de invocar el auxilio de vuestra Santisima Esposa,

solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María,

Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor 

con que abrazaste al Niño Jesús,

humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos

a la herencia que con su sangre adquirió Jesucristo 

y con vuestro poder y auxilio socorráis  nuestras necesidades.

Proteged, Oh providentisimo custodio de la Sagrada Familia

la escogida desendencia de Jesucristo;

apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción;

asistidnos propicio desde el cielo

fortisimo libertador nuestro en la lucha con el de las tinieblas; 

y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús

del inminente peligro de su vida,

asi ahora, defended la Iglesia Santa de Dios

de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad.

Y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio,

para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio,

podamos santamente vivir y piadosamente morir,

y alcanzar en el Cielo la eterne felicidad.

Amen

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